Un control integral para
coleópteros xilófagos, se basa en el balance entre dos
métodos de control de plagas. Como primera parte, se
presenta la aplicación de biocidas fumigantes para la
eliminación de individuos que permanecen en lo profundo de
la madera de áreas en las cuales resultaría muy difícil la
penetración de insecticidas convencionales, para la
realización de la aplicación con materiales fumigantes se
necesita el sellado de áreas. La segunda aplicación, se basa
en la confección de una barrera química a las maderas en
bruto que se encuentran a la vista; realizándose
aplicaciones de termicida de contacto e ingestión para
futuro evitar el ingreso de nuevos insectos taladradores
dándose una derivación más amplia.