El término usado como desratización se refiere al control en la población de roedores basándose en normativas internacionales. 
La metodología se fundamenta en el balance entre el método
físico con construcciones a prueba de roedores y el método 
químico, aplicación de rodenticidas de segunda generación, monodósicos, de efecto anticoagulante. Como opción a los rodenticidas químicos, el empleo de rodenticidas biológicos de buena palatabilidad y aceptación por parte de los individuos 
resulta esencial en los circuitos de trabajo, la presentación del 
cebo granulado contiene Salmonella enteritidis, para un manejo integrado de plaga nos basamos en: 
Inspección completa en las edificaciones. 
Identificación de la plaga, grado de infestación, caminos cebosos, materiales roídos, fecas y nidos de roedores.
Determinación del tratamiento a realizar basado en el tipo
de plaga y grado de infestación.
Instalación de construcciones a prueba de roedores, utilización de materiales resistentes a los roedores.

 Limpieza y sanitización, mantener limpia las áreas con frecuencia de tránsito de roedores y una sanitización para el control de virus como histoplasmosis y tuleramia y bacterias tales como salmonella y leptospira, entre otras.